"Entonces es cosa de mi sexto sentido. Un don que Dios me dio; o tal vez sea una maldición. Sólo yo sé lo que he sufrido a causa de esto." Pedro Páramo
martes, 10 de noviembre de 2009
Aglomerado de cascarilla de arroz
Hasta hace poco la cascarilla de arroz (subproducto de la industria de molienda) que generaba toneladas considerables en aquellos países productores de esta semilla; se había utilizado sólo en un proceso llamado Caolinización, que trabaja para aumentar la fijación de los nutrientes en las raíces de algunos cultivos hidropónicos. Dependiendo del tratamiento que recibiera la cascarilla (cruda, quemada o canalizada) era la calidad de sus propiedades y su resistencia a la humedad y temperatura.
Me refiero a una década atrás cuando hablo de este proceso cómo el más innovador para el "desperdicio" producido por una de las semillas que más se consumen en el mundo. En estos últimos tres años se han realizado fuertes investigaciones respecto a las propiedades y sustancias que componen dicha cascarilla, de las cuales son dos las más inherentes. La primera es la producción de un aglomerado que puede utilizarse en las industrias automovilísticas, de construcción y de fabricación de muebles. Al parecer este descubrimiento comenzó en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde por accidente se descubrió que dicha cascarilla contenía un alto contenido de dióxido de silicio, sustancia que no podía (hasta ese entonces) encontrar en los alimentos, pues no conviene ingerirla. Esta cascarilla representa una cuarta parte del peso neto del cultivo, por tal se considera un material abundante. Esta sustancia puede soportar temperaturas de hasta 2000°C (resistente al fuego, hongos, bacterias y ácidos). La UNAM muy pronto recibirá regalías por la pantente de elementos que se realicen por este descubrimiento, en las industrias de: la aeronáutica, automovilística, ambiental, mueblera y de construcción.
Debido a sus altas resistencias (humedad y temperatura) se ha considerado como un sustituto en la fabricación de elementos de madera, esto último impulsado por el Tecnológico de Zacatepec, Morelos. Las 90 mil toneladas anuales en nuestro país podían significar eso mismo en madera, y no sólo se trataría de coadyuvar con el medio ambiente, sino de tener productos con mejor dureza y resistencia respecto a la materia orgánica neta.
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