jueves, 10 de octubre de 2013

Un Venancio cuántico

El pasado martes, dentro de la semana de anuncio de los ganadores en cada área que otorga el Nobel 2013, se reveló el Nobel de Física para los notables y exitosos físicos Peter Higgs y François Englert, por el hallazgo de una partícula muy peculiar que denominaron "El bosón de Higgs." Durante estos últimos años desde la física pura, hasta la física experimental; han unido fuerza, tiempo y toda cantidad de recursos para lograr explicar y manipular la mecánica cuántica. Debo admitir que si bien, es un tema difícil para mi simple ser, es algo que me emociona, y en mi instintivo (así le llamo) deseo de relacionar ciencia/arte y viceversa, no pude pensar en otro gran descubrimiento que haya tenido en la vida como Venancio.
Durante varias presentaciones de mi libro "La pintura perfecta" y en algunas de "Corolario", Venancio hablaba sobre el cómo me conoció, sus primeras impresiones, y todo lo bueno que se dice de un escritor cuando se presenta. Pero no, esas palabras exquisitas, dulces al oido, toda esa perfecta descripción no se trató de un marketing más, se que Venancio o Veni (como le llamo) no miente. Siempre he sido desconfiada, me resultó raro que un escritor (perfecto desconocido para mí) me haya contactado para verme y charlar de el entonces mi primer libro. Él menciona que esperaba ver a una chica linda de 17 años, vestida de rosa, sonriente, en fin, una chica normal, lo cual no sucedió, él vió a un "chico" (así lo menciona) con ropa que bien podía ser de un tipo de más de 90 kilogramos. Me vestí así porque lo que menos quería, era llamar la atención, cosa que en definitiva, no logre. Aunque Venancio podría refutar y decir que en verdad me vestía así, debe admitir que exageré.
Desde aquél día, hasta hoy, él no sólo ha visto mi crecimiento como escritora, lo ha notado en toda mi vida y mejor que eso, forma un pilar en ella. Nunca olvidaré cuando me dijo que no temiera en mostrar mi potencial, que no anduviera por la vida pidiendo perdón u ocultando lo que sabía hacer. No ha existido día oscuro, día difícil para mí, que no haya recordado esas palabras. Los días más difíciles, he querido correr, buscarlo, encontrarlo y que me abrazara diciendo: "todo va a estar bien." Muchas veces me contaba historias, anécdotas, vivencias que yo dudaba, que no me convencian y al rato, como una explosión, se reventaban esas ideas al verlo en un escenario, en medio de los niños, cantando alguna canción o diciendo algun chiste. Yo se que no soy la única persona que se siente bendecida por haber descubierto a este ser, que a su descripción "no es un ejemplo de moral", pero vaya que nos la levanta en cada poema, en cada línea, en cada presentación.

Puedo decir que quizá fui su peor alumna, que todo cuanto me enseñaba me hacía la rebelde y lo "ignoraba", que fui muy escurridiza, que detestaba perder tiempo viajando, sabiendo que ese tiempo podía aprovecharlo contemplando su estudio atiborrado de libros y santos "de colección."
Ya pasaron algunos años, desde esa primera vez que nos vimos en la fuente de Actopan. Gracias a él conocí personas formidables, probé el mejor filete de pescado empapelado (hecho por sus manos), y tuve las mejores experiencias en la literatura y algunas de la vida estuvo a mi lado.
Corolario, tenía una dedicatoria para él, la cual no prosiguió debido a errores técnicos. Él alguna vez me preguntó porqué no le había escrito algo, y es verdad nunca había escrito algo dedicado para él, pero deben saber que todo lo que he escrito ha sido movido por él, es mi motor de conciencia, mi ejemplo de vida.
Uno de los principios de la mecánica cuántica es que una partícula puede estar al mismo tiempo en dos lugares, cuestión que contradice las leyes newtonianas que rigen la física macroestructural. Veni es de ese tipo de partículas que está en varios al mismo tiempo, lo he visto cambiar el rostro de un niño triste a un niño que ama la vida con una sóla canción, padres que habían olvidado que amaban a sus hijos con unas cuantas palabras, impulsa chicos y chicas (y grandes) en la vida, en el arte, lo he visto dejar luciérnagas de esperanza en los corazones de los que lo leen, ven y escuchan. 
Venancio es un bosón de Higgs entre nosotros, que va y viene, nutriendo de energía a todo aquél que se le acerca. Gracias por existir :)
Para leer a Venancio
http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/8835912