jueves, 19 de noviembre de 2009

En homenaje y agradecimiento


Cuando Café Tacuba recién habia grabado la canción de Batallas en el Desierto, algunos periodistas en su encuentro preguntaron: "Mucha gente a comenzado a leer y conocer a José Emilio Pacheco por esta canción, ¿Qué es lo que opinan ustedes?." Sin titubeos y con toda la fuerza y seguridad con la que este increíble grupo cuenta, contestaron: "José Emilio Pacheco es grande por sí mismo, muchos lo conocen y nosotros sólo rendimos un homenaje y agradecimiento..."
Este año se han entregado más de un trío de buenos reconocimientos (y muy merecidos) para quién (según Jaime Siles) "ha sido el único que después de Octavio Paz ha sabido crear un ámbito propio, no desde lo coloquial sino trabajando el lenguaje sobre sus tonos."
Alguna vez me preguntaron quién era de acuerdo a mi consideración el mejor poeta mexicano, actualmente. Analicé la respuesta antes de emitirla, aunque estaba segura de ésta, debía saborear el recuerdo y el por qué considero a José Emilio Pacheco como el mejor. Sin duda es un artista completo, honesto, preocupado y hacedor de su propio lenguaje.

A quien hoy es merecedor del Premio Reina Sofía, y quien fué también galardonado con el premio internacional Octavio Paz, Pablo Neruda, García Lorca, Ramón López Velarde, Xavier Villaurrutia, entre otros. Su nombre está ya desde hace tiempo entre los grandes y en nuestros corazones.


A quien pueda interesar

Que otros hagan aún
el gran poema
los libros unitarios
las rotundas
obras que sean espejo
de armonía

A mí sólo me importa
el testimonio
del momento que pasa
las palabras
que dicta en su fluir
el tiempo en vuelo

La poesía que busco
es como un diario
en donde no hay proyecto ni medida.

José Emilio Pacheco.

*Dedico muy especialmente este poema al niño que recién encontró su voz en las letras, felicidades y muchas gracias...

martes, 10 de noviembre de 2009

Aglomerado de cascarilla de arroz


Hasta hace poco la cascarilla de arroz (subproducto de la industria de molienda) que generaba toneladas considerables en aquellos países productores de esta semilla; se había utilizado sólo en un proceso llamado Caolinización, que trabaja para aumentar la fijación de los nutrientes en las raíces de algunos cultivos hidropónicos. Dependiendo del tratamiento que recibiera la cascarilla (cruda, quemada o canalizada) era la calidad de sus propiedades y su resistencia a la humedad y temperatura.
Me refiero a una década atrás cuando hablo de este proceso cómo el más innovador para el "desperdicio" producido por una de las semillas que más se consumen en el mundo. En estos últimos tres años se han realizado fuertes investigaciones respecto a las propiedades y sustancias que componen dicha cascarilla, de las cuales son dos las más inherentes. La primera es la producción de un aglomerado que puede utilizarse en las industrias automovilísticas, de construcción y de fabricación de muebles. Al parecer este descubrimiento comenzó en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde por accidente se descubrió que dicha cascarilla contenía un alto contenido de dióxido de silicio, sustancia que no podía (hasta ese entonces) encontrar en los alimentos, pues no conviene ingerirla. Esta cascarilla representa una cuarta parte del peso neto del cultivo, por tal se considera un material abundante. Esta sustancia puede soportar temperaturas de hasta 2000°C (resistente al fuego, hongos, bacterias y ácidos). La UNAM muy pronto recibirá regalías por la pantente de elementos que se realicen por este descubrimiento, en las industrias de: la aeronáutica, automovilística, ambiental, mueblera y de construcción.
Debido a sus altas resistencias (humedad y temperatura) se ha considerado como un sustituto en la fabricación de elementos de madera, esto último impulsado por el Tecnológico de Zacatepec, Morelos. Las 90 mil toneladas anuales en nuestro país podían significar eso mismo en madera, y no sólo se trataría de coadyuvar con el medio ambiente, sino de tener productos con mejor dureza y resistencia respecto a la materia orgánica neta.